En la noche del 15 de septiembre, el presidente Andrés Manuel López Obrador llevó a cabo su penúltimo Grito de Independencia como mandatario de México.
Este evento histórico se destacó por un hecho significativo: por primera vez en medio siglo, todas las campanas de la Catedral Metropolitana sonaron en el tradicional repique posterior al Grito, el cual fue dirigido por el presidente Andrés Manuel López Obrador y encabezado por el rector del conjunto Catedralicio, Ricardo Valenzuela.
Históricamente, el repique de campanas de la Catedral solía ser ejecutado por personal militar. Sin embargo, en los últimos 50 años, este repique no se había realizado en su totalidad debido a que algunas campanas estaban en proceso de restauración. Además, a raíz de los sismos de 2017, se había recurrido a la amplificación de sonido externo para no dañar la estructura catedralicia.
A las 23:00 horas exactas, comenzó oficialmente la celebración del Día de la Independencia de México en Palacio Nacional con la entrega de la Bandera al presidente Andrés Manuel López Obrador. Desde el balcón de Palacio Nacional, en el Zócalo de la Ciudad de México, el Presidente entonó 19 "vivas", entre ellos, uno en honor a los "hermanos migrantes" y otro en celebración de la democracia.
En medio del fervor del Grito de Independencia, el presidente López Obrador emitió un llamado a la erradicación de la corrupción, la avaricia, el racismo y la discriminación.
Tras la conclusión del Grito de Independencia, el presidente López Obrador y su esposa Beatriz Gutiérrez Müller disfrutaron del espectáculo de fuegos artificiales. La celebración continuó con música y danzas regionales mexicanas, así como con los gritos de "¡Es un honor estar con Obrador!".
Este evento marcó un hito en la historia del país y reflejó la importancia de las tradiciones mexicanas en la actualidad.
