Después de todo, Michael Jordan también fue un activista

Jordan no habló sobre la justicia social como las estrellas de la NBA lo hacen hoy, pero su activismo secreto es una razón clave por la que los atletas actuales tienen el centro de atención.

Michael Jordan

En el otoño de 2001, durante el primer viaje por carretera de su carrera en la NBA, Etan Thomas miró por la ventana del autobús del equipo de los Wizards de Washington y quedó atónito ante la multitud que rodeaba el hotel.

Thomas le preguntó a Christian Laettner, el veterano jugador: “¿Así son las cosas en la NBA?”.

Laettner se rio. “No, novato”, le dijo. “Esto no es para nosotros. Están aquí por MJ”.

Esta fue la primera lección de la gira de dos años que Thomas vivió con Michael Jordan, quien había regresado a la liga luego de una ausencia de tres temporadas tras su famoso “último baile” con los Bulls de Chicago. Jordan atraía un diluvio de luces, cámaras y acción.

El joven e inquisitivo Thomas no pudo evitar preguntarse: ¿qué pasa con el activismo? ¿Por qué Jordan no estaba haciendo más con la atención que recibía?

“Pensaba que Michael no prestaba su voz a causas en las que podría haber ayudado”, afirmó Thomas en una entrevista reciente, dos décadas después de su experiencia junto al hombre que aumentó dramáticamente la popularidad del baloncesto a nivel mundial.

Jordan jugó su último partido de la NBA el 16 de abril de 2003, y anotó 15 tantos en una derrota por 20 puntos en Filadelfia. Esa temporada, en la que cumplió 40 años en febrero y lidiaba con una rodilla que, según recuerda Thomas, podía llegar a hincharse como una toronja, Jordan promedió unos modestos (para él) 20 puntos por partido. Jugó todos los 82 juegos, con un promedio de 37 minutos por noche, lo que forma parte de un legado que debería fustigar, por no decir avergonzar, a la élite actual de la NBA con sus constantes descansos gracias a la “gestión de carga de trabajo”.

Jordan se retiró siendo seis veces campeón y muchos creen, y en la actualidad siguen insistiendo, que no ha habido nadie más grande que él. Esa convicción solo se ha visto reforzada por el atractivo generalizado de El último baile, una serie documental de ESPN de 10 episodios sobre los Bulls de Jordan que se transmitió en 2020, y la película Air: La historia detrás del logo, protagonizada por Ben Affleck, Matt Damon y Viola Davis.