El París Saint-Germain (PSG) se encuentra en una situación complicada en la actualidad. Después de un periodo dorado con destacadas estrellas, el club se embarcó en una renovación de su plantilla y redujo sus gastos. Siempre ha habido controversia en torno a las grandes sumas que el club manejaba en las transferencias, y en los últimos días, esta situación se ha agravado aún más. De hecho, el equipo francés está bajo investigación por parte de la UEFA debido a presuntas irregularidades en tres traspasos.
La investigación se originó durante el mercado de fichajes actual, cuando tres jugadores, Diallo, Verratti y Draxler, fueron adquiridos desde la liga de Qatar, el país de origen del propietario del PSG. Estos tres futbolistas prácticamente no tenían cabida en el equipo parisino y generaron ingresos por un total de 85 millones de euros. Es importante destacar que ninguno de ellos recibió ofertas competitivas de otros clubes. Este movimiento sorprendió a muchos, especialmente a las autoridades de la UEFA, que ahora están centrando su atención en el club francés.
Las especulaciones y teorías en torno al PSG y su cumplimiento (o falta de cumplimiento) del Fair Play Financiero han estado presentes durante varios años, y alcanzaron su punto máximo cuando el equipo estuvo lleno de figuras en temporadas recientes.
Según reportes del diario L'Équipe, la UEFA está considerando congelar estas transferencias mientras investiga a fondo las negociaciones. Al mismo tiempo, el club se enfrenta a la posibilidad de una sanción severa en caso de que se determine que violó las reglas. Por supuesto, desde el PSG insisten en que han cumplido con todas las normativas y están seguros de su posición.
Ahora, con las salidas de Neymar y Lionel Messi, el club cuenta con un mayor margen financiero. Sin embargo, este ingreso multimillonario podría ser visto como una entrada de fondos externos encubierta, lo cual está prohibido por la FIFA y la UEFA.
