Cada 1 de julio, desde varias décadas se conmemora en México el Día del Ingeniero, honor a todas aquellas personas que con el ingenio, disciplina y profesionalismo han moldeado los pilares del país y sembrado las bases solidas de generaciones de mentes brillantes.
La iniciativa para escoger esta fecha como día para reconocer la labor profesional de aquellos mexicanos que, con dominio de la técnica y aplicando sus conocimientos en el mundo real, consiguen mejorar su entorno y contribuir activamente a la sociedad, surgió el 29 de octubre de 1973, cuando el entonces Secretario de Comunicaciones y Transportes, Eugenio Méndez Docurro, le propuso al Presidente de la República, Luis Echeverría Álvarez, establecer el 1 de julio como Día Nacional del Ingeniero.
El 1 de julio, pero de 1776, se expidió la Real Cédula para la creación del Real Tribunal de Minería en México, que dio origen a la fundación del centro de docencia e investigación llamado Real Seminario de Minería, donde tuvieron lugar los primeros planes de estudio y textos para las primeras escuelas de ingeniería en toda América.
