El 25 de julio se conmemora el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos, una fecha designada por la Asamblea General de las Naciones Unidas para concienciar sobre este problema prevenible que ha resultado en más de 2,5 millones de muertes durante la última década.
El ahogamiento es súbito y devastador, a menudo pasando desapercibido hasta que es demasiado tarde. Los niños son particularmente vulnerables, frecuentemente por descuidos o falta de habilidades para nadar. Sin embargo, hay medidas efectivas que todos podemos adoptar para prevenirlo.
En el Día Mundial para la Prevención de los Ahogamientos 2024, bajo el lema "Cualquiera puede ahogarse. Nadie debería", la Organización Mundial de la Salud (OMS) ha lanzado una campaña con mensajes y recursos para difundir en redes sociales y aumentar la concienciación sobre este problema global demasiado común.
Esta iniciativa busca movilizar a gobiernos, agencias internacionales, organizaciones civiles, el sector privado, académicos y ciudadanos para tomar acciones coordinadas y urgentes que prevengan los ahogamientos.
El ahogamiento es una causa significativa de muerte, con aproximadamente 236,000 víctimas anuales y es particularmente alarmante entre los niños de 5 a 14 años. Es un grave problema de salud pública global, afectando desproporcionadamente a países de ingresos bajos y medianos donde más del 90% de las muertes ocurren en entornos como ríos, lagos, pozos y piscinas domésticas.
Es esencial unir esfuerzos y recursos para implementar estrategias efectivas de prevención en las comunidades locales y así reducir estas tragedias evitables.
¿Cómo se pueden prevenir los ahogamientos?
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) recomienda la implementación de un Plan Nacional de Prevención de Ahogamientos, siguiendo las directrices de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Aquí algunas medidas clave para la prevención de los ahogamientos:
1. Instalación de barreras para controlar el acceso al agua.
2. Establecimiento de áreas seguras lejos del agua, como guarderías para niños pequeños.
3. Capacitación del personal en escuelas y residencias de ancianos en técnicas de prevención y respuesta ante ahogamientos.
4. Inclusión de clases de natación, seguridad acuática y habilidades de rescate en el currículo escolar.
5. Formación de transeúntes en técnicas de rescate y primeros auxilios.
6. Implementación y cumplimiento de leyes y normativas de seguridad relacionadas con la prevención de ahogamientos.
7. Realización de campañas de concienciación sobre la prevención de ahogamientos, enfocadas especialmente en áreas urbanas y costeras.
8. Mejora en la gestión del riesgo de inundaciones y medidas preventivas adecuadas.
Estas acciones son fundamentales para reducir la incidencia de ahogamientos y promover entornos más seguros cerca del agua.