La Organización Mundial de la Salud (OMS) instauró el 15 de noviembre como el “Día Mundial sin Alcohol” tiene como objetivo principal fomentar la responsabilidad de las personas, sobre todo de las y los adolescentes y jóvenes de todas las regiones del mundo, para controlar el consumo de esta sustancia y hacerlos conscientes de sus peligrosas consecuencias.
El consumo excesivo de alcohol lleva consigo y está relacionado con un gran número de trastornos y enfermedades, entre las que se encuentran:
· Adicción y dependencia.
· Subida de la tensión arterial.
· Posibilidad de desarrollar tipos de cáncer.
· Daño cerebral.
· Problemas de memoria.
· Daño en las mucosas del aparato digestivo.
· Problemas de alimentación.
· Problemas sociales y económicos.