Son parte de la cultura mexicana y forman parte de una familia de plantas, que tiene como una de sus características principales, la estructura de su tallo, que al ser carnoso y de forma redondeada o aplanada tiene la capacidad de acumular agua, pues generalmente estas se encuentran en zonas con climas desérticos en donde el recurso hídrico es escaso y su aprovechamiento es vital.
Se caracterizan por tener espinas en su estructura, que son hojas modificadas que ayudan a que la captación de agua sea más efectiva, ya que son capaces de absorber con mayor eficacia la humedad del ambiente.
México cuenta con 669 especies de cactáceas, encontrándose principalmente en las zonas áridas, de las que 518 son endémicas; esto quiere decir, que se ubican solamente en lugares sumamente específicos y de difícil reproducción en ámbitos diferentes al de su origen. Al albergar a esta gran familia de plantas, no es raro que el cactus sea utilizado como una referencia cultural de nuestro país alrededor del mundo.