Se remonta al año 1986 cuando sucedió el desastre de Chernobyl. Una explosión que se suscitó en la ex unión soviética.
Miguel de la Madrid compró 40 mil toneladas de leche contaminada de radiación por el desastre de Chernobyl y se autorizó la distribución de la CONASUPO.
Le leche contaminada llegó al país entre 1986 y 1987 procedente desde Irlanda del Norte, uno de los países que reclamaba a la Unión Soviética por el desastre de Chernobyl que provocó la expansión de una nube radioactiva sobre Europa, contaminando los pastizales de los que se alimentaban las vacas y otros animales de granjas.
A pesar de las alertas para el cuidado con los productos de la zona y países aledaños, principalmente porque la leche podría tener partículas de Cesio-137, en México se adquirió la leche radioactiva gracias a que representaba una gran oferta de adquisición para el Gobierno del presidente Miguel de la Madrid.