La humanidad ha vivido diversas enfermedades. Pero una, que sigue en la actualidad afectando es la rabia que invade a animales y a humanos.
A nivel global, los fallecimientos en un 99% han ocurrido en Asia, África y América del Sur. En Asia, donde la rabia se registra habitualmente en perros, se produce el 90% de todos los casos de esta enfermedad. Solo en la India mueren anualmente unas 20.000 personas, lo que supone una incidencia anual de 2 casos de muerte por cada 100.000 habitantes; en América Latina la incidencia es de 0,01-0,2 muertes/100.000; y en África de 0,001-13 muertes/100.000.
La vacuna fue descubierta por el científico Louis Pasteur en 1885. Pasteur orientó su carrera hacia la química y la microbiología. Aunque sus primeros trabajos versaron acerca de la polarización de la luz, posteriormente descubrió que la fermentación era causada por microorganismos y demostró la inexistencia de la generación espontánea. Al poco tiempo ideó un procedimiento para aniquilar la mayor parte de mohos y bacterias en líquidos como la leche, lo que conocemos como pasteurización. De esta forma pudo concluir que animales y humanos eran infectados por microorganismos causantes de diversas patologías, lo que inspiró las medidas antisépticas que salvarían de la muerte a millones de personas. Pasteur realizó innumerables aportes a la ciencia pero, si hay algo que resalta, es su vacuna contra la rabia. Dos años después de este descubrimiento fue el primer director del Instituto Pasteur de París.