Se festejaron las elecciones en México, después de que Porfirio Díaz se mantuviera por 30 años en el poder.
El proceso previo a la realización de dichas elecciones presidenciales fue convulso, debido a la pretensión del longevo general Díaz de continuar con el manejo de las riendas del país por otro periodo presidencial más; la respuesta o la reacción que recibió el dictador fue la revuelta armada iniciada en noviembre de 1910.